Para empezar a criar fásmidos, se necesita un equipo básico:
- Un terrario (de al menos 40 cm de altura) adaptado al tamaño de la especie, con ventilación.
- Una olla con agua (que debe ser tapada con toallas de papel para evitar que se ahogue).
- Un sustrato (puedes utilizar tierra para macetas o turba sin pesticidas que se vende en las tiendas de animales, o bien papel de cocina, que facilita la limpieza del terrario).
- La planta de alimentación (dependiendo de la especie, las más comunes son la zarza, la hiedra, el roble, la hierba de San Juan, etc.).
- Un higrómetro (aunque no es obligatorio, permite conocer la humedad del aire).
- Un dispositivo de nebulización (para regar el terrario cada 2 días aproximadamente).
Para montar tu terrario (antes de la llegada de tus insectos), asegúrate de que está herméticamente cerrado para evitar escapes. Colócalo en una habitación luminosa sin luz solar directa. Coloque el sustrato ligeramente húmedo, y luego la maceta de agua con la planta de alimentos.
Asegúrese de que el recipiente de agua esté bien cerrado. Si tiene uno, coloque el higrómetro en una pared del terrario. Lo único que tienes que hacer es regar ligeramente todo el terrario y colocar tus fásmidos en él.
Es aconsejable mantener el terrario a un nivel de humedad de alrededor del 65%. Para ello, sólo hay que regar el terrario cada 2 ó 3 días.
La planta de alimentación, el recipiente de agua y el sustrato deben cambiarse cada semana.
ATENCIÓN: Para empezar, se ponen a la venta especies fáciles de criar, pero algunas de ellas son invasoras, por lo que es imprescindible regular las poblaciones.
√